Videojuegos y educación

Es innegable que hoy por hoy los videojuegos son el pasatiempo por excelencia entre nuestros alumnos. Muchos docentes suelen molestarse ya que los chicos pasan horas jugando a los jueguitos y no estudian. Quizás esos docentes no han tenido en cuenta que para los chicos es mucho más entretenido jugar a los jueguitos que leer un manual. O quizás si lo sepan pero argumentarían que los contenidos curriculares deben aprenderse de todas formas. Lo cuál suena más que lógico, siempre que creamos que la única manera de enseñar es a través de un libro. Hoy todos sabemos que los chicos incorporan mejor los conocimientos a partir del juego. También sabemos que los videojuegos poseen múltiples beneficios. Aquí puedo enumerar algunos:

  • El razonamiento, con juegos de estrategia por ejemplo.
  • La orientación espacial, los juegos en 3 dimensiones implican adquirir un dominio importante de la orientación en el espacio, como los conocidos juegos de plataformas o de aventuras en animación.
  • La capacidad de atención, en dosis razonables los videojuegos pueden favorecer la capacidad de concentración ante determinados estímulos, aunque una sobrexposición generará el efecto contrario.
  • La coordinación visomotora, es notable la habilidad que pueden llegar a desarrollar algunos niños para coordinar entre aquello que ven y lo que ellos deben hacer.
  • Resolución de conflictos y toma de decisiones, diferentes videojuegos como los simuladores o las aventuras gráficas fomentan la capacida de resolver problemas cotidianos y la busqueda de posibles soluciones o respuestas.

Sin embargo, un maestro podría seguir diciendo que los contenidos curriculares quedan por fuera de dichos beneficios. Es por eso que hoy quería mostrarles algunas experiencias que pude utilizar con mis alumnos de segundo grado en el área de matemática que fueron muy provechosas.

Por un lado, encontramos el juego ARITHMETIC CHALLENGE. El mismo es un juego que abarca las 4 operaciones básicas y en dónde en menos de un minuto hay que lograr la mayor cantidad de cuentas. Mis alumnos, comenzaron utilizándolo en el aula cuando terminaban sus trabajos, en la sala de computación y luego en sus casa. Las ganas de superarse y el atractivo propio del juego les hacía jugar hasta media hora seguida. Si tenemos en cuenta que en un minuto lograban entre 15-20 aciertos, estamos en condiciones de afirmar que en 30 minutos los chicos habían hecho más de 450 operaciones y cada uno con su propio ritmo. Esto les permitió ganar una agilidad muy grande para las operaciones. Algo impensado con lápiz y papel.

Por otro lado, también utilizaban un sitio llamado MULTIPLICATION que poseía excelentes juegos exclusivamente de multiplicación. Los mismos se podían jugar online y competir entre varios o hacerlo solo contra la máquina. Además se podía customizar el personaje lo cual lo hacía muy atractivo para los chicos. A su vez, como posee varios juegos, los chicos iban jugando un rato a cada uno sin aburrirse por jugar siempre al mismo e incluso respetando más a las individualidades en los gustos.

Estas experiencias son las que tenemos que tener en cuenta cuando pensamos en enseñar a nuestros alumnos. Debemos aprender de sus intereses y utilizarlos para enseñar. Ya no tiene sentido pensar en videojuegos vs. educación. Hay que integrarlos, más ahora que cada vez contamos con más herramientas que nos posibilitan hacerlo.

Por último, los invito a crear los suyos utilizando esta herramienta llamada STENCYL WORKS que permite crear videojuegos en FLASH sin saber programación.